Frecuencia de ronquidos, en lugar de índice de apnea-hipopnea, predice problemas cognitivos y de comportamiento en jóvenes niños
Frequency of snoring, rather than apnea–hypopnea index, predicts both cognitive and behavioral problems in young children
Smith, Gozal, Hunter & Kheirandish-Gozal (2017)
Objetivo: el ronquido primario (PS) y la apnea obstructiva del sueño (AOS) no solo afectan la calidad del sueño en un gran número de niños pequeños, sino que también se han asociado repetidamente con una variedad de problemas conductuales y cognitivos. Sin embargo, se sabe poco sobre las relaciones potencialmente diferentes de la patología conductual y cognitiva dentro del espectro de trastornos respiratorios del sueño (TRS).
Método: este estudio examinó datos de una muestra comunitaria enriquecida para roncar de 631 niños de entre 4 y 10 años. Se utilizaron modelos mixtos multivariados para evaluar la relación entre los ronquidos y el índice de apnea-hipopnea (IAH). Se utilizaron numerosas variables cognitivas y conductuales, mientras se ajustaban por varias variables demográficas importantes. Estos fueron seguidos por análisis univariados de medidas individuales y análisis de sensibilidad.
Resultados: los resultados indicaron que el estado de los ronquidos es un predictor significativo de los dominios conductuales generales (p = 0,008) y cognitivos (p = 0,013), incluso después de ajustar las covariables iniciales y el IAH
gravedad. Los ronquidos más frecuentes se asociaron con peores resultados independientemente del IAH. Sin embargo, el IAH no surgió como un predictor significativo del dominio de funcionamiento cognitivo general (p = 0,377). Además, aunque el IAH fue un predictor significativo del dominio del funcionamiento conductual general (p = 0,008), el patrón de significación y la naturaleza de su relación con las medidas conductuales individuales fueron inconsistentes en los análisis post-hoc.
Conclusión: los hallazgos de este estudio sugieren que la función cognitiva y conductual general puede disminuir con una mayor severidad de los ronquidos. Además, no se debe suponer simplemente que roncar.